viernes, noviembre 04, 2005

La vuelta de las dos Españas.

Nací en 1977. Mi generación es la primera que vive en democracia desde que nació. No hemos conocido más régimen político que el de la libertad. Crecimos con la transición, y nos enseñaron que la libertad es saber que los derechos de uno no pueden primar sobre los derechos que otros. Nos hicimos adultos sabiendo que España llego a la democracia, por el que el pueblo español se unió y dejo a parte sus diferencias para llevar un acuerdo sobre el marco político en el que querían vivir, la Libertad de todos los ciudadanos, en una sociedad democrática y social.


Mi generación fue la primera en la que el concepto de las dos españas había dejado de existir. Ya no había ganadores ni perdedores. Aprendimos que la Guerra Civil Española fue una tragedia, que dividió al país en dos. En la que entre un millón y medio millón de españoles murieron por balas disparadas por otros españoles. Supimos las atrocidades que se cometieron entre miembros de un mismo pueblo. Daba igual el bando, la locura y la monstruosidad se instaló en la vida Española. Y nos dimos cuenta que las heridas tardaron más de 40 años en cerrarse. Y algunas como el terrorismo aún no han se han cerrado.


Mi generación ha vivido en un clima cultural en la que antigua división de entre las dos españas, era un asunto del pasado. Habíamos vencido al fantasma que dividía España entre vencedores y vencidos. Nadie se atrevía a expresar en público la existencia de dos españas sin temor a ser tachado de totalitario, de vivir en el pasado y de querer vivir en las viejas rencillas un día asolaron España en dos partes. Crecimos y nos formamos como personas seguros que el futuro de España pasaba por la integración en Europa. Por apostar por la solidaridad y la igualdad. Por la mirar más allá del Pirineo.... más allá de nuestro ombligo. Crecimos y llegamos a nuestra juventud. Y por primera vez España, pasaba de ser un país asolado por las rencillas entre las dos españas, para ayudar a otros a vivir en Paz.

Hasta el miércoles día 2 de noviembre de 2005.

Ese día, en el Congreso de los Diputados, que es la Sede de la Soberanía Nacional, se volvió hablar de dos españas. El Sr. Carod-Rovira en el turno de replica volvió a hablar de las dos españas. De la España que le gustaba y de la España que no le gustaba. De la España con la que contaba, y de la España con la que no contaba. En cinco minutos ha tirado veinticinco años de historia a la basura. A juicio del Sr. Carod-Rovira, no es que halla vuelto a existir un separación entre dos españas, siempre ha habido dos españas. Los últimos veinticinco años no ha habido democracia sino que uno España ha estado oprimida por otra. El Sr. Carod-Rovira no se quedo contento con esto, sino que le recordó al PSOE que "si en los malos tiempos estuvimos, hemos de estarlos en los buenos", que no hay que ser muy lista para saber lo que significa: Si cuando nuestra España perdió estuvimos junto, ahora que nuestra España aplasta a la otra España hemos de estar juntos.

Lo peor de todo no son las palabras de este personaje, conocido por sus tendencias xenófobas, que más de en una ocasión le ha llevado a pedir el boicot para distintas partes de España.
Lo peor es que nadie, y muchos menos los que gobiernan este país, han salido para decir bien alto que ya no existe dos españas, y que eso son cosas de gente que vive en el odio, cuando no del odio.

Pues yo si que quiero contestar al Sr. Carod-Rovira:

No existen dos españas. Solo existe una España, que es el conjuntos ciudadanos, que por su gracia, si no por la voluntad de todos, viven en la libertad.

Una España plural. Pero no porque existan diferentes autonomías, sino porque los españoles somos gente democrática que vive y deja vivir. Y Sr. Carod-Rovira, la pluralidad surge del vivir y dejar vivir en paz, sin imposiciones, ni boicots.

Señores me niego a aceptar que la transición fue un fracaso.

Me niego a aceptar que halla dos españas.

Me niego a aceptar que se use el Congreso de los Diputados para fomentar el odio entre españoles.

Y señores, me niego a aceptar que un grupo minoritario, con escasa representación parlamentaria, me imponga su modelo de estado, sin tener si quiera el derecho a protestar.

Sr. Carod-Rovira, yo si le voy contestar:

¡Viva Europa!


¡Viva España!


¡Viva la Constitución!


¡Viva La Libertad!