miércoles, julio 26, 2006

De desmemorias histórica

"El uso del pasado, y los problemas que lo rodean, va más allá de la cuestión específica de quién posee el qué. Se refieren a temas ideológicos y económicos".

Esta frase, extraía de "Arqueología. Teorías, Métodos y Práctica", de Colin Renfrew y Paul Bahn, manual de obligada referencia para los estudiantes de arqueología, nos sirve para reflexionar sobre el uso de la historia por los poderes políticos y económicos.

Los historiadores sabemos que la Historia ha sido empleada por políticos y poderes fácticos para presentar como legítimos intereses que no podían ser legitimados desde planteamiento éticos y morales. Esto se puede observar en Stalin, Hitler y en toda una serie de políticos que su único interés era el poder como meta.


El uso del pasado, como arma política, no es algo nuevo ni que sorprenda en la sociedad española, varias generaciones de españoles se educaron con la "formación del Espíritu Nacional", el "terror Rojo" o la "Paz de Franco".


Y ahora, de nuevo, el actual inquilino de la Moncloa, parece dispuesto a utilizar la el pasado histórico, convenientemente manipulado, para sus intereses y los de los poderes fácticos que los soportan (empezando por el Grupo empresarial Prisa). Lo que parece, que esta dispuesto hacer el actual inquilino de la Moncloa, es manipular la memoria histórica, para desprestigiar a una opción política, que nada tiene que ver con las opciones políticas que existían hace 70 años en España, ni en el nombre, cosa que no puede decir el PSOE, bajo cuyas siglas se cometieron asesinatos y crimines de guerra en España.


Pero la bajeza moral del asunto no se centra, en el uso partidista de la Historia de España, ni en el querer imponer de forma claramente autoritaria y totalitaria una interpretación de la Historia de España proclive a los planteamientos radicales de un gobierno que no quiere informar sobre asuntos transcendentales a la sociedad española.


La bajeza moral se halla en el hecho de que los mismo que quieren imponer esta visión rasgada y falseada de la Historia, como partido político, hace 70 años llamaron a la Guerra y a aniquilar al enemigo ideológico, cuando no cometieron crímenes de guerra, por no hablar de genocidio.


Que postura moral puede tener el líder un partido político que aún no pedido perdón por los crímenes cometidos en nombre del socialismo durante la Guerra Civil.


Mucho me temo, ante semejante perspectiva, que el actual inquilino de la Moncloa, no utiliza el aniversario de un hecho horrible y desbastador para España, como fue la Guerra Civil, para hacer reflexionar sobre los males de la radicalidad que tanto le gusta profesar. Sino, otra vez más, para acusar a los "otros" de tu más, olvidando que la barbarie, la locura y el asesinato no se miden por el número de veces, sino por lo que significa de sufrimiento para miles de personas inocentes.


Al final parece que los extremos se toca, y la radicalidad del actual gobierno, en algunos temas empiezan recodar a la forma de actuar del régimen anterior a la democracia.


Parece que el actual inquilino de la Moncloa y su equipo han hecho suya aquella frase de Daniel Samper Piziano, "El político tal vez no sea capaz de pensar cualquier estupidez, pero siempre es capaz de decirla", aunque la idiotez justifique actos horribles para cualquier ser humano.