Zaragoza, una ciudad en estado de Excepción urbanístico.
La propia Intervención General del Ayuntamiento de Zaragoza ha reconocido que el actual equipo de gobierno, encabezado por el Sr. Belloch utiliza la vía excepcional para contratar y financiar sus operaciones urbanísticas.
Desgraciadamente esta Junta de Gobierno Local ha conseguido que lo excepcional se convierta en lo normal en esta ciudad. Hecho que es aún más grave cuando ya se están viviendo las consecuencias de una política basada en la imposición y no en el dialogo. Y que desgraciadamente, pueden afectar gravemente a la calidad de vida de los zaragozanos, como es en el caso de la Romadera.
El Sr. Belloch y el Sr. Gaspar deberían tener en cuenta las consecuencias de su pésima gestión urbanística, que carece del más mínimo consenso social.
Zaragoza es una ciudad moderna del siglo XXI, y no merece que sea tratada de esta manera. El Ayuntamiento debe respeta los cauces normales, y no hacer de los excepcional y puntual lo normal y cotidiano. Más en una materia como la urbanística, que repercute en las expectativas de futuro de miles de jóvenes zaragozanos.
El Sr. Belloch y el Sr. Gaspar no debe jugar con el precio de las viviendas. Hoy, ya sabemos que la especulación inmobiliaria ha conseguido que el precio de salida de las viviendas del futuro barrio del “AVE” sea de 100 millones de pesetas. Muestra evidente de la falta de una verdadera política social en materia urbanística de CHA y del PSOE zaragozano.
Puede que los amigos de Sr. Belloch y del Sr. Gaspar se puedan comprar pisos de 100 millones de pesetas. Pero yo y la mayoría de jóvenes zaragozanos, no podemos.
Zaragoza necesita recuperar una política urbanística con un verdadero sentido social, que limite la actual especulación inmobiliaria, que el actual equipo municipal parece incapaz de controlar, cuando no parece que la incrementa.
Zaragoza necesita una política urbanística que vuelva a la vía ordinaria, con los controles que ello significa. Por una simple razón: por higiene democrática.
