martes, junio 20, 2006

Los nacionalistas aragoneses atacan el medioambiente zaragozano.

En pleno Siglo XXI aún quedan bárbaros incivilizados que son capaces de cometer cualquier tipo de atropello contra la naturaleza con tal de conseguir sus fines o tapar sus errores. No me puedo creer que traspasadas las puertas del tercer del milenio y a dos años de abrir las puertas de unos de los acontecimientos más importantes de Zaragoza en las últimas décadas, aún haya políticos, como el Sr. Gaspar, capaces de cometer con tanta alevosía ataques contra el patrimonio natural de todos los zaragozanos.

La destrucción premeditada de cientos de árboles, por los genocidas medioambientales nacionalistas aragoneses, no tiene cabida en una sociedad democrática y plural como la española, que entiende que la defensa del medioambiente es un deber de los políticos. Aunque para el Sr. Gaspar, nacionalista aragonés, debe ser al contrario, dado que se dedica a destruir un patrimonio natural propiedad de todos los zaragozanos, olvidándose del deber constitucional de conservar y restaurar el medioambiente. Nadie tiene derecho a cometer semejante acto de irracionalidad y egoísmo, por muy nacionalista que sea. Puede que al Sr. Gaspar no le guste el medioambiente, y por eso se dedique al ladrillo y a la tala de cientos de árboles. Pero los zaragozanos tenemos derecho a conservar un patrimonio centenario, que hoy, gracias al Sr. Gaspar, ya nunca más podremos disfrutar.

La actuación de las últimos días de la gerencia de urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza ha supuesto un desastre ecológico sin precedentes en la política municipal zaragozana desde la democracia. Hoy, los zaragozanos ya no podemos disfrutar de un patrimonio que era nuestro y que la mala gestión, la falta de escrúpulos y la codicia de algunos nos han arrebatado, para poder adelantar una obra sumergida en sospechas de corrupción urbanística.

Para el ayer quedan mis recuerdos de aquellos paseos a la sombra de los árboles que un nacionalista aragonés nos arrebato a todos los zaragozanos. Para el ayer queda la Agenda21, que evidentemente, tras la tala masiva con fines urbanísticos, esta coalición PSOE-CHA incumple. Para el ayer y el serrín, recuerdos miles de zaragozanos talados por la codicia urbanística y electoral del nacionalismo aragonés.

El Sr. Gaspar nos debe una disculpa a los zaragozanos que amamos esta ciudad y a su patrimonio natural. Puede que él no tenga respeto por el medioambiente, como tampoco lo tiene por los zaragozanos. Pero si tiene el más mínimo sentido de la decencia, debe pedir disculpas por la destrucción premeditada e irreversible de un patrimonio que era propiedad de todos los zaragozanos, y que su mala gestión en el Ayuntamiento de Zaragoza ha perdido para las generaciones futuras de zaragozanos, que gracias a su codicia no podrán disfrutar del medioambiente que disfrutamos sus padres.

Zaragoza no se merece esto. Los zaragozanos no nos merecemos esto. Por qué el Alcalde de Zaragoza se empeña en poner en peligro a Zaragoza dejando la gestión municipal a leñadores sin escrúpulos. Los zaragozanos nos merecemos un alcalde mejor.