Descanse en paz Slobodan Milosevic
La muerte de Slobodan Milosevic, en una celda del Tribunal Penal Internacional, ha dejado sin justicia a centenas de miles de personas que sufrieron sus crímenes.
Slobodan, el Lobo, hizo honor a su nombre, y se comporto como una bestia a lo largo de su carrera criminal al frente del Gobierno de la antigua Yugoslavia. Se le puede acusar desde instigar el estallido de las últimas Guerras de los Balcanes. De las cuales Serbia saldría siempre derrotada. Las consecuencias de estas Guerras las han parecido sobre todo los serbios, que han perdido todas. Serbia ha estado años sometida a bloqueos internacionales. Cuantas madres serbias han tenido que enterrar a sus hijos, cuando no solo les ha quedado la amargura de llorar la desaparición de sus hijos en cualquier campo de batalla, como consecuencia de las ansias de poder de Slobodan.
Tampoco hay que olvidar las decenas de miles de mujeres violadas por las tropas serbias de manera organizada y metódica, en una política de terror planeada por el Gobierno presidido por Slobodan.
Ni podemos, ni debemos, olvidar el asesinato de familias enteras, incluso pueblos, en una política de genocidio, que nos volvió a recordar que en Europa, la cuna de la civilización europea, la barbaridad también tiene sus seguidores. Y que la lucha por los Derechos Humanos es una batalla constante, donde ceder el más mínimo terreno puede significar el comienzo de la locura, que demasiada veces pensamos que son cosas de otras culturas.
Sloboban ha sido, junto a Hitler, Stalín y los Jemeres Rojos, uno de los mayores exponentes de la espeluznante monstruosidad que puede alcanzar el ser humano. Su política ultranacionalista de izquierdas, ha sido el reflejo de un espíritu corrompido por el odio y el rencor por lo que hicieron los “otros” en una Guerra que se remontaba 50 años atrás.
Sloboban Milosevic ha muerto hoy en una celda. Y ha muerto demostrando lo que fue, un cobarde. Un cobarde que ordeno el asesinato masivo de inocentes, pero que nunca se mancho la sangre. Ni vio como sus tropas mataban a familias enteras o violaban a miles de mujeres para conseguir sus objetivos políticos, los de un monstruo nacionalista con ansias de poder. Ha muerto como un cobarde, negando lo que mando hacer. Ni si quiera tuvo el valor de reconocer su crímenes que eran públicos y patentes. Y todo parece indicar que ni si quiera ha tenido el coraje de esperar una condena más que seguro.
Al final ha escapado de la justicia humana, pero Milosevic ha muerto sabiendo que los libros de Historia, nunca a parecerá como un buen gobernante. Sino, como un loco que arrastro a su país y a su pueblo a la locura y a la destrucción.
Si me preguntan que recordaré el día de mañana de Slobodan Milosevic la respuesta será clara. Lo único que recordaré, de este sujeto, es la imagen que tenga grabada en la cabeza de un mercado de de Sarajevo cubierto de sangre. Sangre de las víctimas inocentes de su locura.
Hoy a muerto Slobodan Milosevic, descanse en paz. El mundo también descansará mejor sabiendo que los asesinos como él se les acabó la impunidad. Y les pido una oración por las víctimas de su locura.
